Capítulo 11
El destino de Armando y Betty fue el departamento de Armando, era lo que mas tenía a mano y por la urgencia en la que se encontraba servía bastante bien. Había prometido que esta vez sería más lento incluso que sería especial para ella, después de todo aun no le daba algo romántico por todo lo que ella estaba haciendo por él.
A penas abrió la puerta de su departamento la acorralo en la puerta la beso con toda la pasión de su cuerpo, su mente decía que se detuviera pero su cuerpo no cooperaba en eso. Pero a regañadientes la soltó.
_ Pase tome asiento yo ya vuelvo.
La dejo sola en los sillones el fue a refrescarse, necesitaba que su cuerpo tomara su temperatura corporal normal cuando ella no estaba presente. Se miro al espejo, se mojo el cabello con abundante agua, sin poder controlarse se bajo los pantalones se sonrojo se había corrido como un vulgar adolescente y ni cuenta se había dado por la emoción. Con una sonrisa se aseo y se cambio por algo más cómodo. Se miro nuevamente su apariencia de cuerpo completo y con picardía se saco la parte de arriba quedando semi desnudo.
Se paro en el marco de su habitación a su preciado conejito, la verdad era tan malditamente dulce que lo hacia volverse loco.
_ Doctor
_ ¿Quédese ahí que quiere tomar?
_ Un jugo de mora si es posible
Con una sonrisa, presumiendo ese pedido había pedido a la señor que hacia el aseo que trajera del super jugo de mora, lo miro extrañada pero se lo trajo, el no era de jugos, prefería las gaseosas o el agua.
En un vaso echo el jugo de mora y se lo paso, la dejo nuevamente solo para ir a la cocina a preparar su mejor plato, pastes con salsa blanca sería la cena de hoy.
A veces el podía observarla, cuando lo hacia su mirada siempre estaba en su cuerpo desnudo, ella era toda una picarona. Tenía los mismos deseos que Armando. Pronto la tendría en sus brazos para hacer cosas indescriptibles la noche ya estaba planeada completamente.
_ ¿Ayudo en algo doctor?
_ Ehh, Si podría colocar la mesa, en ese cajón está todo
_ Claro Doctor
_ Armando, dígame Armando cuando no estemos en la oficina
Ella se sonrojo no estaba acostumbrada a este tipo de intimidad y menos cuando la miraba con ternura, el vio su sonrojo y sonrió y siguió con la cena aun faltaba un poco.
Los platos estaban servidos, se dispusieron a cenar, en silencio pero observándose de vez en cuando cada una de las miradas fue echa con diferentes emociones. Armando coloco un trozo de carne en el plato de Betty, rozando uno de sus brazos, provocando una corriente eléctrica en el cuerpo de ella que se fusiono en el cuerpo de él.
Un sonrojo evidente, Armando sabía que ella sentía el mismo deseo por el era cosa de hacerla llevar y que se entregara completamente a la pasión, si Armando era muy pervertido tenía mucho tiempo acumulando fantasías como para dejar ir a Betty sin haberlas cumplido cada una de ellas.
Después que terminaron la cena, Betty lo ayudo a lavar los trastes, compartiendo ese momento de intimidad, al quedar el último Armando la espero pacientemente, aunque se coloco por detrás de ella y la besaba en su cuello, por el lóbulo de la oreja la cual se había puesto roja de la vergüenza, Su mano estaba firmemente apretando el abdomen de ella.
_ Deja eso ahí ya no puedo soportarlo más mi pequeña hada
Si Armando la viera seguro vería su cara roja brillante, la giro y la beso con premura, ante un grito de ella la levanto y la llevo al estilo novia a la habitación. Con el pie cerro la puerta haciendo un sonido estruendoso.
_ Tiene prisa doctor
_ No tiene idea Beatriz hay que aprovechar cualquier sobresalto en mi cuerpo, y estos momentos mi cuerpo clama por ti.
Las palabras no fueron necesarias para lo que siguió después dos cuerpos desnudos se comunicaban entre si entregándose a la redes del amor, la habitación se lleno de gemidos, rugidos y suspiro dando un cálido ambiente.
_Ahh, ¿doctor cuando piensa parar'
_ Cuando me sienta satisfecho, será una noche muy larga Beatriz
Al día siguiente tal como lo había dicho Armando, estaba demasiado cansada como para levantarse de la cama, la miro en la cama, dejo un desayuno frio para ella en la mesita de levantar y una nota que tenía permitido llegar tarde por sus horas extras de anoche, dibujo una sonrisa picara y salió del departamento.
Al llegar a la oficina se encontró con un pequeño caos, Miguel estaba en Ecomoda haciendo un berrinche de niño mimado porque el no estaba en la oficina cuando el había llegado por lo tanto los guardias de seguridad no lo habían dejado entrar, Armando había dejado dos guardias en la entrada de su oficina el tiempo que el no estuviera ahí la custodiaban día y noche no quería que se desaparecieran las cosas en su ausencia.
Maldecía por dentro el día que ese niño llego a su casa, lo malo de todo esto que el pidió un hermano, lo trajeron de un orfanato convirtiéndolo en su hermano mayor. Su padre lo hizo jurar que nunca bajo ninguna circunstancia Miguel debía enterarse de eso.
_¿cuál es tu problema ahora Miguel?
_ ¿Por qué no puedo entrar a tu oficina hermanito?
_ Por seguridad Miguel no permito que nadie que no sea mi asistente y yo podemos entrar, ¿Y para que quieres entrar a mi oficina no hay nada tuyo?
_ Te traje estos papeles para que los revises y los firmes
Para no responder la pregunto huyo como la rata que era, dejando a Armando con una carpeta en sus manos, enojado entro a organizar todo ya que tenía reuniones importantes, miro la oficina de Betty sonrió de manera coqueta.
_Ay mi picarona hermosa, no demores en llegar
La hora de llegada de Beatriz en estos momentos eran las once de la mañana, su cuerpo aun no se recuperaba por completo, aun sentía que las piernas le temblaban, esa noche el doctor había perdido el control por completo.
En el camino se encontró con el doctor Miguel, ese señor no le gustaba en lo absoluto, la manera que la miraba hacia que tuviera nauseas.
_ Doctor Pinzón, ¿Estás son horas de llegar?
_ Buenos días doctor, tengo autorización del doctor Mendoza para llegar en este horario
_ Claro tiene privilegios, doctora la invito almorzar aceptaría
_ No, doctor no tengo tiempo para salir almorzar, como llegue tarde tengo mucho trabajo que organizar
_ Con el tiempo se dará cuenta que soy mejor opción que mi hermano, susurro en su oído, antes de irse.
Un escalofrió siniestro recorrió el cuerpo de Beatriz aunque fue un leve toque se sintió tan sucia y el miedo hizo que corriera a su oficina no deseaba encontrarse con ese hombre nunca.
En la oficina Miguel, se reía pensando en el bocado que se comería pronto le gustaba mucho tener las cosas que pertenecían a Armando y esa muchachita sin lugar a dudas sería suya, no por algo era considerado uno de los hombres mas atractivos y mejor calificado de todo Bogotá, al menos eso pensaba él.
Marcela siempre lograba encantarlo robársela a su hermano fue uno de sus mejores logros, el estaba consiente de lo que sentía su hermano por ella pero eso lo hacia quererla mucho más.
_ Treme toda la información que puedas conseguir sobre la asistente de Armando, todo lo que encuentres hasta lo que oculta en su armario.
_ Si señor, en seguida me coloco en eso
El asistente de Miguel, salió apresurado a buscar lo que se le había encomendado, era una de las tareas mas fáciles que tenía que hacer muchas veces sus misiones eran más complejas. Lo que no sabía era que Armando Mendoza, había ocultado toda la información de Beatriz en miles de llaves, para que nadie pudiera perjudicarla ni a ella ni a él.
Armando se reunía con Mario Calderón en las oficinas de Color Inc, para que les vendieran los insumos que necesitaban para la próxima colección, lo que causo atención en Mario fue la modelo no la dejaba de mirar hasta que ella tuvo que mirarlo y fue como si a Mario, le hubieran disparado directamente en el corazón o en otra parte muy importante que era calficaba como algo más valioso que cualquier otra parte de su cuerpo.
Como siempre lanzo el primer ataque para atrapar a esa diosa, era visto por Armando, como ese idiota se asemejaba a un pavo real, que estaba acortejando a su pareja. Se acordó como se había comido a Betty anoche y sintió nuevamente mucha sed de ella.
El trato fue aprobado y trabajarían con la empresa, para que distribuyera los insumos llegando a buenos precio que convenían a ambas partes.
En la oficina de Migue, estaba furioso su asistente no podía encontrar nada de esa mujer solo lo que estaba registrado en la información de la hoja vida, por lo demás estaba censurado no había duda que Armando había bloqueada la información de ese ser par él.
_ Fui a la casa que esta registrada en la hoja de vida y al parecer los padres de ella se fueron de la ciudad, por lo tanto no pude conseguir nada lo siento.
_ Esta bien esto es culpa de Armando, la jugo bien esta vez, pero no será siempre así.
Continuara....
