lunes, 4 de mayo de 2020

Amor En Tiempos Difíciles Capítulo 8


Capítulo 8 Marcela Valencia

Después de varios días encerrada en su habitación Marcela comenzaba a salir a almorzar había decidió aprovechar el viaje, podría haberse bajado en el primer puerto pero no tenía deseos ni ganas de hacerlo la verdad estaba derrotada por una mujer invisible y de un hombre que no la amaba para nada. 

Sus salidas eran al restaurante del crucero y luego a pasear por los pasillos y luego regresaba a su habitación que contaba con todo lo necesario, había comprado todos los lujos que se podía imaginar que un crucero pudiera ofrecer para una perfecta luna de miel, era tan mala haciendo negocios que había fracasado en su matrimonio antes de haber empezado siquiera. 

Cuando obligo a Armando a casarse con ella esperaba un tiempo alejados de ecomoda y de todos, ella podría volver a enamorarlo y tener una oportunidad había sido un golpe bajo pero dicen que en la guerra y en el amor todo era valido. 

No había noche que no derramara unas cuantas lagrimas se suponía que ella había cumplido su sueño de estar casada con el amor de su vida, pero estaba sola en una cama extra grande donde ella no debería salir de su cuarto esta haber echo el amor en todas partes de la habitación, donde su pelo sus ojos brillaran por la pasión de Armando y ahí estaba sola en una cama fría y mareada con tanto bamboleo que daba el crucero si era patética.  

Recibió dos invitaciones para asistir a la fiesta del crucero todas las noches las recibía se supone que ella esta acompañada, pero esta noche saldría y disfrutaría después de todo quedaban varias semanas sola no podía seguir llorando y perdiendo el tiempo en el mar, su amado esposo no merecía nada de ella.

Se vistió con un hermoso vestido ceñido al cuerpo que llega al suelo con unos zapatos de tacón negros que hacían ver unos centímetros mas grande, un maquillaje simple y salio con una cartera de mano.  

Nunca había estado en el salón principal del crucero, era hermoso tenia varias meses eligió una alejada donde nadie pudiera notar su soledad, pero tenía vista del espectáculo que se daría en unos minutos más como estaba preparado el escenario con instrumentos musicales. 

La música era agradable eligió un trago de cóctel al chico que servia las mesas minutos después trajo su trago,  tenía un olor exquisito y daba frescura lo que necesitaba para pasar bien esta noche. 

_ me puedo sentar contigo 

Era un hombre con el cabello castaño oscuro, ojos color miel tenía un aire conocido pero no encontraba a quien se parecía. 

_ si tu quieres 

Hacia muchos años que no coqueteaba o hacia el show de la cacería estaba fuera de practica con respecto a esos asuntos la verdad para distraerse y no mirar al desconocido presto atención a los músicos. 

_ quieres bailar conmigo  

Se levanto de la silla y la llevo a la pista de baile estuvieron bailando unas cuantas canciones el era demasiado atractivo. Lo tenía muy cerca y podía ver con más claridad las facciones de su rostro, la manera que se movía y la llevaba por la pista era todo un experto en el baile. 

_ vamos a tomar algo tengo mucha sed

_ igual yo hacia bastante tiempo que no bailaba, gracias. 

_ no tienes nada que agradecer, el agradecido soy yo por aceptar acompañarme unos bailes por cierto soy Ricardo Cálderon. 

Lo quedo mirado fue cuando se dio cuenta del extraño parecido que tenía con Mario no eran iguales pero algo había ahí. No sabia si sentir rabia o algo más Cálderon no era de su agrado. 

_ al parecer mi apellido es conocido 

_ algun parentesco con Mario Cálderon 

_ ah lamentablemente si somos hermanos sea lo que haya echo ese desgraciado yo no tengo nada que ver con él. 

Se quedaron en silencio viendo el espectáculo había poco que decir y ella no quería discutir con un extraño, cuando Ricardo se excuso de que iba al baño ella aprovecho para huir. 

Pasaron varios días de aquel encuentro con Cálderon como volvió a su confinamiento en la habitación no volvió a encontrarlo hasta que salio a cubierta a ver el mar. Con una copa del mejor vino obserbaba las olas cuando termino su último trago desecho la copa en un contenedor cercano. 

Jugaba con su argolla mientras pensaba ya era hora se la saco de su dedo no valía nada de nada y la lanzo al mar ni siquiera vio en que lugar se perdida la mirada la tenía perdida en el horizonte. Cuando sintió que la abrazaban por atrás y por unos momentos se dejo querer hacia tanto tiempo que no sentía el calor de un hombre, por el olor sabía que era Ricardo quien más. 

Las caricias de Ricardo era en todo su cuerpo, se volteo y lo confronto y fue como si sus labios fueran imanes lo estaba besando se sentía extraño sus besos eran diferente a los que estaba acostumbrada estos eran cálidos, eran besos de verdad para ella solo para ella. Simple se dejo llevar y guiar solo quería que durara un poco más solo eso. Que su dolor se fuera en ese beso. No quería más nada.

El la dejo de besar no abrió los ojos un rubor que estaba en sus mejillas por las lagrimas incontrolables que salían de sus ojos y simple la abrazo tan fuerte que sentía que estaba segura. Por un momento se sintió querida en los brazos de un extraño. 

_déjame curarte, dame una oportunidad mi fugitiva 

_ tengo miedo estoy herida, estoy rota en miles de pedazos 

_ yo te armare de nuevo se que no nos conocemos pero te regresare la vida en este crucero seremos tu y yo cuando todo esto termine veremos que sucede abajo.

Se encogió de hombros porque la verdad no tenía nada que decir en respuesta a lo que Ricardo pedía pero una parte de ella, quería tenerlo aunque sea un tiempo. 

_ estoy casada pero mi esposo me abandono en este crucero 

_ maldito, no te merece ven vamos a comer

Estaba saliendo con Ricardo por decirlo de alguna manera porque dentro del crucero eran pocos los lugares donde se podían ir pero no quería decir que lo pasara mal, habían estado en la piscina, en el spa, numerosas fiestas en el salón el principal y ahora estaba en su habitación y estaba nerviosa como una colegiala. Viviendo su primera vez.

Tomaron unos tragos mientras escuchaban música y se metían en el yacuzzi resulto ser que el daba tremendo masajes eso la fue relajando y colocando más dispuesta para él, donde era recorrida en todas partes por sus manos ágiles, cuando el enredo sus dedos en su pezón y lo hizo girar sacando un jadeo.  El cuerpo de ella respondía a las caricias de Ricardo,  ambos salieron del agua con los pies mojados estuvieron varias veces a punto de caer, pero una cama enorme los esperaba para estrenar. Esa noche Marcela Valencia fue amada de todas las maneras posibles, con toda la pasión y amor que un hombre como Ricardo pudo dar.

Y un día sucedió se habían convertido en novios en un puerto donde el barco los hizo descansar estarían un día en Marruecos ellos se fueron a recorrer ese lugar.  Montaron en camellos en una pequeña excursión por el desierto, crearon nuevos recuerdos vivieron felices esas semanas que pasaron  recorriendo el mundo no importaba que ella estaba casada y que el fuera quien era, en estos momento eran ellos dos.

_ quiero que seas mi novia aceptas

_ no quiero que termine jamás, tengo miedo de que te vayas y me dejes sola.

_ no soy el yo te quiero para mi

_ yo quiero ser tu novia

Y eso había sido todo cerraron ese trato frente a unos camellos y varias promesas. 

En ecomoda llegaban unos papeles traídos por Freddy para Armando Mendoza que veían desde Canada. Cuando los abrió era una demanda de divorcio de Marcela Valencia. 



Continuara.....

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